Port de Sóller: una bahía idílica con historia

Port de Sóller es un puerto protegido y una bahía idílica en uno, formando prácticamente un círculo. Este pueblo costero situado en el noroeste de Mallorca es un sitio para darse unas buenas comilonas, pasear y nadar. Todo ello, en función de las ganas, el humor o el tiempo. El elegante paseo marítimo está repleto de tiendas, hoteles, negocios de alquiler de yates, bares y restaurantes. Y si vas a tomarte algo, tienes que empezar por las deliciosamente dulzonas y frescas gambas rojas de Sóller, una exquisitez que se deshace en la boca. Y después tienes que probar las sabrosas naranjas, la segunda celebridad culinaria de Sóller y también de Port de Sóller.

Inmobiliaria Mallorca – Sóller

Maravillosamente protegido

Todavía se ven algunos barcos de pesca amarrados en el puerto. También hay embarcaciones de recreo en el puerto deportivo, que nos permiten disfrutar de ese ambiente especial de Port de Sóller. En el siglo XVI, esta joya también les resultaba prometedora a los codiciosos piratas sarracenos, que desembarcaron en la playa de Port de Sóller con la esperanza de hacerse con un gran botín. Lo único es que no tuvieron en cuenta a los sollerics, los habitantes de Sóller. Ofrecieron una resistencia tan brutal que los invasores no tuvieron más remedio que huir.

¡A la carga!

Hoy en día se sigue celebrando la victoria de los cristianos contra los moros. La batalla se recrea durante las fiestas populares Es Firó, que se celebran en mayo. Podrás ver lo que pasó cuando los enemigos «sarracenos» desembarcaron, con las caras pintadas de negro, y tuvieron que enfrentarse a los defensores furiosos y decididos. ¡Un tumulto y un clamor único! Al fin y al cabo, así se mantiene viva la historia. En el Museu de la Mar aprenderás más cosas sobre la historia marítima del lugar. Está situado parcialmente en el antiguo convento de Santa Catarina d’Alexandria, en un extremo de la bahía.

Una copa al atardecer en un bar de pura raza

El hotel de 5 estrellas Jumeriah Port Sóller, que se aferra al acantilado cual nido de águila, es un establecimiento ideal para pasar una noche de lujo. Se puede entrar y salir de este establecimiento de lujo sin necesidad de alojarse allí. El bar de este elegante inmueble está abierto al público general y te puedes tomar una copa en una planta alta con unas espectaculares vistas del mar y las montañas. La puesta de sol es espectacularmente bonita. El sitio no se llama Sunset Lounge por casualidad…

Onda playera al cuadrado

Además, Port de Sóller tiene dos playas: Platja des Través y Platja d’en Repic. Una está frente a la otra. La Platja de Través es una playa que está «en pleno meollo», junto al paseo marítimo, y el tranvía de Sóller pasa prácticamente rozando las toallas. Por el contrario, la Platja d’en Repic está en la otra parte de la bahía. Allí se respira un poco más de tranquilidad.

Todos los caminos llevan a Roma

Hablando de tranvías, este nostálgico medio de transporte conecta Port de Sóller con Sóller y recoge a los turistas que llegan desde Palma en el histórico tren «Rayo Rojo». Lógicamente, también se puede ir en coche a Sóller y a su puerto. Para ello tendrás que subir por la serpenteante carretera de Bunyola hasta el puerto de montaña Coll de Sóller, situado a 497 metros de altura y con una pendiente que en algunos tramos llega al 17 por ciento, antes de volver a bajar por una carretera repleta de curvas y recodos. El trayecto por el túnel de unos tres kilómetros que separa Sóller y Port de Sóller del resto del universo mallorquín es menos emocionante, pero más cómodo, y quizá por ello estos sitios sean tan especiales…

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