Coll d’en Rabassa: justo al lado del aeropuerto
Coll d’en Rabassa tiene un vecino especial: el aeropuerto de Son Sant Joan. Por lo tanto, para los viajeros frecuentes, este distrito del sureste de Palma puede ser una ubicación interesante para una comprar una casa en Mallorca, si no te molestan los aviones que despegan y aterrizan. En la Cala Gamba también hay una playa para bañarse justo delante de la puerta. Así como el puerto deportivo Club Náutico Cala Gamba con más de 200 amarres. A la capital de Mallorca, a menos de seis kilómetros, se llega en poco tiempo en coche o en autobús urbano. Y con ella no solo el animado centro de la ciudad con su gran oferta cultural, sino también los colegios internacionales de Palma para la próxima generación. Además, gracias a la conexión por autopista con la Ma-19, la Autopista de Levante, no hay nada que te impida explorar toda la isla desde el Coll d’en Rabassa.
Inmobiliaria Mallorca – Coll d’en Rabassa
Tiendas de barrio y centro comercial
Coll d’en Rabassa sigue siendo un barrio auténtico de Palma, con la iglesia «Nuestra Señora del Carmen» de 1885 y esas pequeñas tiendas típicas mallorquinas en el centro. Se complementan con el centro comercial Fan Mallorca, con numerosas tiendas que incluyen un cine y restaurantes. También está allí la cadena de supermercados francesa Carrefour, con su enorme surtido de alimentos, ropa y artículos electrónicos.
En un pequeño peñasco se encuentra el sencillo restaurante El Peñón, fundado en 1957, que se mantiene fiel a su estilo y, en una ubicación espectacular, ofrece una gran variedad de paellas, así como pescados y mariscos a precios razonables.
Hospital con vistas al mar
Coll d’en Rabassa ofrece una instalación especial con el Hospital Sant Joan de Déu. Los afectados tienen a su disposición un departamento de ortopedia, cirugía, traumatología y geriatría. También es el único hospital de las Islas Baleares especializado en la rehabilitación de lesiones medulares. La oferta se dirige tanto a pacientes del sistema sanitario público español como a pacientes privados, por ejemplo del extranjero, que viven en Mallorca o tienen una segunda residencia. Algunas de las habitaciones tienen vistas al mar.
Piedra para la catedral
La costa rocosa de Es Carnatge también pertenece al Coll d’en Rabassa. Hoy en día es natural y alberga una serie de plantas endémicas, pero hace muchos siglos se utilizó como cantera para los materiales de construcción de la imponente catedral gótica de la Seu de Palma. Si te fijas bien, todavía puedes ver los sitios en los que se cortaron los cantos rodados en la roca.