El placer rural en Porreres
El aire del campo es muy saludable. Y puedes disfrutarlo lejos del bullicio en el corazón de Mallorca, es decir, en Porreres, el municipio del mismo nombre. O Porreras, en español. Este pueblo de 5.500 habitantes situado entre Llucmajor, Campos, Felanitx y Sineu le debe su nombre al caballero Guillem de Porrera, que luchó junto al rey Jaime I cuando reconquistó Mallorca a los musulmanes en el siglo XIII.
Inmobiliaria Mallorca – Porreres
El encanto rural
Pequeñas plazas, calles estrechas, el reloj de sol de la iglesia de Nostra Senyora de la Consolació de los siglos XVII y XVIII. Porreres, situado a 30 kilómetros al sureste de Palma de Mallorca, es uno de los auténticos pueblos mallorquines. La iglesia parroquial es especial: su considerable tamaño le ha valido el nombre de «Catedral de la Mallorca rural».
Pero por lo demás, todo es muy tranquilo: en los bares del centro, en la calle principal Avinguda del Bisbe Campins, por ejemplo, los lugareños se reúnen para tomar un café o una copa en un ambiente relajado. O disfruta en el restaurante Es Centro: allí se cena en un antiguo teatro.
Ni rastro del ajetreo del turismo.
El mercadillo semanal de los martes por la mañana ofrece muchos productos locales, muchos de los cuales proceden del entorno agrícola. Y, por supuesto, allí se puede comprar uno de los productos más famosos de la isla: los célebres albaricoques de Porreres, tan afrutados y con tanto cuerpo. «Orejones», así los llaman los mallorquines por su aspecto. Cada mes de junio se celebra una feria del albaricoque, la Fira de l’Albercoc, en la que se puede conocer esta dulce fruta en todas sus facetas. Fresco o seco o cubierto de chocolate…
Un pionero de la calidad
Porreres es también una zona vinícola. La bodega local Bàrbara Mesquida Mora produce un vino ecológico. Fue su padre, Jaume Mesquida, quien lideró la revolución vinícola en Mallorca. Este pionero se centró desde el principio en la calidad en lugar de la cantidad. Su estándar era la calidad. Así, fue el primero en cultivar la uva de calidad francesa Chardonnay en la isla, además de las variedades de uva autóctonas. Ridiculizado al principio, fue uno de los primeros en conseguir que la imagen del vino elaborado en Mallorca mejorase paulatinamente.
Monasterio Santuari de Monti-Zion
En el monasterio de Santuari de Monti-Zion, a solo cuatro kilómetros de Porreres, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, se puede llegar las alturas celestiales. El conjunto a 248 metros sobre el nivel del mar es mágico, y las vistas sobre la isla son impresionantes. En Semana Santa, una procesión se dirige desde el centro del pueblo hasta el monasterio. Entonces medio pueblo se pone de pie. Por lo menos.
Ciclismo y senderismo
Y como Porreres está ubicado en un punto céntrico del interior de la isla, es un buen punto de partida para explorar Mallorca. O para disfrutar de la vida en la playa, por ejemplo en la costa sur o este de Mallorca. Por otro lado, Porreres también recibe muchas visitas. Por ejemplo, a los ciclistas con sus llamativos y ceñidos maillots les gusta hacer una pausa en la Plaça de la Vila, aprovechando las carreteras rurales menos frecuentadas. Ya que estamos hablando de ciclismo. Joan Llaneras Roselló, uno de los ciclistas de carretera más famosos de España, es de Porreres.
El descubrimiento de la lentitud
Pero, ¿quién dice que todo tiene que ser rápido? Los alrededores de Porreres también se pueden explorar a un ritmo mucho más lento: en tranquilos paseos en bicicleta o a pie por la llanura. Verás un montón de campos de maíz, viñedos y albaricoques.
No es de extrañar que muchos residentes internacionales con vivienda en propiedad se sientan atraídos por el encanto rural de Porreres y celebren el puro placer rural en su casa.